PROCEDIMIENTOS Y PROCESOS DE CALIDAD.
En el mundo de los negocios, la calidad es un término subjetivo que suele significar que un producto o servicio cumple con las expectativas de los usuarios finales. En la gestión de la calidad se incluye el control de la calidad de los productos o servicios en fase de desarrollo, la garantía de la calidad de los productos o servicios ya completados y una mejora continua de la calidad para seguir siendo competitivos en el mercado global. Los procesos y procedimiento de calidad forman parte del Sistema de Gestión de Calidad de una empresa. La norma 9001 de la ISO (Organización Internacional para la Normalización) se aplica a procesos tales como la compra, el procesamiento de pedidos y la acción preventiva. Para obtener el certificado, debes definir estos procesos.
“Un PROCESO es un “qué se hace”. No tiene existencia reall o tangible, pero es un concepto imprescindible para organizar lo que hacemos, medirlo y mejorarlo. Sus características son:
§ Misión claramente definible: Qué – Para qué – Para quién.
§ Fronteras claras, con entradas y salidas concretas
§ Secuencias de etapas claramente integrables en subprocesos
§ Medidas identificables: Cantidad, Calidad, Coste.
§ Se pueden representar con la metodología IDEF.
Un PROCEDIMIENTO es un “cómo se hace”. Son las instrucciones operativas o protocolos de actuación. Tienen existencia real y son susceptibles de mejora. Su representación gráfica se realiza mediante los diagramas de flujo”.
Los procedimientos documentados no son más que la representación escrita (o dibujada en un mural, grabada en el suelo, plasmada en un archivo informático…) de un procedimiento.
En definitiva, un determinado proceso puede ejecutarse de varios modos o bajo varios procedimientos. Si uno de estos modos o procedimientos se documenta, se obtiene el procedimiento documentado.
Garantía de calidad
La garantía de calidad conlleva una serie de tareas cuyo fin es asegurar que los productos y servicios cumplan con los requisitos del usuario final de una manera fiable. Mediante la regulación de la calidad de las materias primas dentro de una infraestructura eficiente se puede asegurar que los resultados finales cumplan sus objetivos a la primera. Definiendo los procedimientos operativos, garantizando la competitividad de los empleados (es decir, verificando que disponen de la capacidad y experiencia necesarias para realizar sus tareas) y estableciendo incentivos para que la producción cumpla e incluso exceda los estándares previstos, establecerás un ambiente de trabajo en el que el personal estará motivado para elaborar un producto de calidad.
Control de calidad.
El control de calidad comprende las pruebas que se realizan para comprobar que la producción cumple los criterios establecidos, que son normalmente los requisitos de los usuarios finales. Desarrolla procedimientos y procesos de control de calidad para identificar aquello fallos que puedan “colarse” a pesar de las medidas de garantía de calidad establecidas. Puedes aspirar a que tu empresa alcance un nivel de calidad seis sigma, lo que significa que los fallos estarán limitado a seis desviaciones estándar de la distribución normal. Esta probabilidad estadística es de 3,4 partes por millón, es decir, un margen de error muy bajo. Alcanzar este noble objetivo exige el empleo de prácticas rigurosas.
Mejora de la calidad
Los procesos de mejora de la calidad global pueden cubrir el producto, el proceso o los recursos humanos. Dependiendo de cuál sea tu negocio, puedes establecer programas para aumentar la producción, mejorar el rendimiento, incrementar la satisfacción del cliente o reexaminar las actuales prácticas de negocio. Utiliza el modelo “planifica-ejecuta-estudia-actúa” para resolver problemas mediante el establecimiento de forma sistemática de procesos de mejora de la calidad: planifica para especificar y validar los requisitos de la producción; a continuación, pon en práctica el proceso para probarlo; finalmente, estudia el impacto que el proceso tiene sobre la producción y, por último, actúa en consecuencia. Repitiendo este proceso, podrás establecer una atmósfera de mejora continua. Por ejemplo, puedes leer los comentarios de tus clientes sobre tu página web a diario, una vez a la semana o una vez al mes.